Razones por las que no debes comer azúcar ni soja

Aprende cuáles son los errores que mayormente cometemos en nuestra alimentación. Razones por las que no debes comer azúcar y soja

Sabes que el azúcar es malo para ti pero, ¿sabes que ciertos tipos de alimentos de soya también pueden causar estragos en tu salud? Lo que es peor, el azúcar y la soja a menudo se esconden en muchos de los alimentos que comes todos los días. Aquí  tienes algunas razones lo que es necesario leer las etiquetas y evitar los azúcares añadidos y las formas genéticamente modificadas de soja.

Azúcares que limitan

En primer lugar, el azúcar es malo. Cuando se habla de azúcar, no son los azúcares de las frutas y verduras, esos son los «buenos». Son los «azúcares agregados» como el jarabe de maíz alto en fructosa, fructosa cristalina, azúcar de mesa, caña de azúcar y sacarosa, los que deben ser evitados.

Lo más probable es que la ingesta de azúcar sea mucho más de lo que realmente crees. Por ejemplo, ¿sabías que una botella de agua de vitamina tiene 32,5 gramos de azúcar? Eso es ocho cucharaditas de azúcar. Una lata de 12 onzas de soda contiene nueve cucharaditas de azúcar. Los azúcares añadidos enlentecen la digestión, causan el crecimiento excesivo de bacterias en el colón, te hacen sentir dolor de cabeza, fatiga y causan enfermedades como colesterol alto, reflujo ácido, acné, obesidad y diabetes tipo 2

Los «azúcares agregados» están en todo. El jarabe de maíz de alta fructosa y la fructosa cristalina, son los dos principales azúcares añadidos utilizados por la industria de alimentos, contienen arsénico, plomo, cloro y otros metales pesados nocivos.  Como sugerencia, lo que debes hacer es leer las etiquetas y tratar de tener no más de 10 gramos de «azúcar añadido» por día.

Cautela con la soja

La mayoría de los productos de soja son procesados y tóxicos. Comer soja puede hacer que tu periodo sea irregular, aumenta tus posibilidades de infertilidad, causar osteoporosis, trastornos digestivos, fatiga e hipotiroidismo. También es un alergeno alimentario común. Si es posible, evita la soja en estas formas:

* Proteína de soja hidrolizada

* Proteína vegetal hidrolizada

* Harina de soja

* Aceite de soja

* Lecitina de Soja

* Aislados proteínicos de soja (SPI)

* Proteína vegetal texturizada (TVP)

¿Sorprendido? La mayoría de los productos de soja en el mercado están hechos de soja modificada genéticamente, equivalente nutricional del plástico.

Aquí tienes algunas reflexiones científicas:

* La soja reduce nuestra capacidad para asimilar los nutrientes esenciales como el calcio, el magnesio, el hierro y aumenta la necesidad del cuerpo de vitamina D.

* El consumo de soja en lactantes y niños puede causar problemas de crecimiento, dificultades de aprendizaje, enfermedad de la tiroides y el inicio temprano de la pubertad.

* La soja interfiere con la digestión de las proteínas y puede causar desórdenes pancreáticos.

* Los fitoestrógenos de soja alteran la función endocrina y tienen el potencial de causar la infertilidad, hipotiroidismo, cáncer de tiroides y cáncer de mama.

* Los alimentos de soja contienen altos niveles de aluminio, que es tóxico para el sistema nervioso y los riñones.

No es suficiente dejar de comer platos de tofu y leche de soja. También hay que empezar a leer las etiquetas de los más de 60% de los productos que se encuentran en los supermercados y tiendas de alimentos naturales que contienen la proteína de soja (SPI). El SPI es tóxico, procesado y no ofrece nada para la nutrición.

Si es necesario que consumas soja, asegúrate de que no sea genéticamente modificado, fermentados (como el miso o el tempeh) y no consumas más de dos onzas, dos veces por semana.