La Codorniz

Se presenta un panorama amplio de las posibilidades y beneficios que representa la carne de codorniz, al igual que los huevos de codorniz. La Codorniz

La carne de codorniz, pertenece al grupo de las carnes y derivados y como la mayoría de las carnes de aves, presenta una serie de nutrientes que aportan beneficios para el organismo.

Entre las propiedades nutricionales de la codorniz cabe destacar que tiene los siguientes nutrientes: hierro,  calcio,  potasio,  yodo,  zinc,  magnesio, sodio, vitamina A, vitamina B1,  B2,  B5, B9 y B12 de las grupo de la B,  vitamina C,  vitamina E, vitamina K, fósforo, calorías, colesterol y  grasa.

Pero lo más sobresaliente son sus aportes en proteínas, vitaminas B6 y B3.  Esta composición la hace ideal para el desarrollo muscular; por esta característica, se recomienda su consumo durante la infancia cuando los niños están en la etapa de crecimiento, durante la adolescencia y los jóvenes deben enfrentar cambios biológicos de gran importancia y en el tiempo del embarazo, ya que es un complemento nutricional de grandes proporciones.

El alto contenido de vitamina B3 de la codorniz, lo convierte en un alimento que es muy saludable para el sistema circulatorio, ya que ayuda a su fortalecimiento y a su mantenimiento adecuado; también la niacina, permite que en algunos casos se reduzcan los niveles de colesterol, y también producto de la generosa presencia de esta vitamina en muchos casos los médicos la recomiendan para los pacientes que sufren de patologías tales como la diabetes, la artritis o el tinnitus.

En la actualidad cuando existe una gran preocupación por los altos niveles de colesterol en una buena proporción de la población mundial, como consecuencia de un sedentarismo alarmante y de unos malos hábitos alimenticios, la carne de esta ave se presenta como una de las alternativas.

Aun cuando su uso no está tan masificado ni goza de tanta popularidad como otras aves, como el reconocido pollo o como el pavo, que ya ha entrado en los hogares de manera más evidente, encontrándose en los supermercados, la codorniz en cambio no es tan fácil de conseguir.

Probablemente lo que más se conoce de la codorniz son los huevos, que si tienen un consumo mucho más popularizado y que gozan de gran aceptación en adultos y niños por igual. Estos huevos de codorniz tienen alto valor nutricional y son muy fáciles de cocinar y de pelar. Como entremeses o pasa bocas en las reuniones son una excelente alternativa, acompañados de cualquier salsa común, golf, tártara, mayonesa simple, etc.

La abundancia de vitamina B6, presente en la codorniz hace que en muchos casos los nutricionistas la recomienden para los pacientes que sufren de diabetes, depresión o asma, además la piridoxina ayuda con las enfermedades cardiacas, incluso puede llegar a reducir una de las enfermedades más frecuentes en la actualidad como son los síntomas del túnel metacarpiano e incluso puede ayudar a las personas que luchan contra el cáncer.