La actividad física debe ir acompañada de una dieta sana y equilibrada. ¿Cómo combinar el deporte con una alimentación correcta?
Después de tantos lunes dilatando la decisión llega finalmente el adecuado: se inicia la dieta y la asistencia al gimnasio, todo coordinado en un costoso conjunto de ropa técnica (que promete milagros en poco tiempo!).
Tanto si se trata de sentirse en forma, como para combatir el aburrimiento de la rutina diaria relacionada con el trabajo y la familia o simplemente para perder algunos kilos de más, la actividad física puede ser una gran herramienta para eliminar tensiones y estrés y encontrar tiempo para cuidar de sí mismos.
Un buen curso de spinning o intensivas clases de boxeo, sin embargo, no son suficientes: lo fundamental es la integración con un régimen alimenticio sano y equilibrado, que permita al organismo acumular la energía necesaria para sostener tanto el día lleno de compromisos, como la actividad física.
¿Qué no debe faltar en la dieta de quien practica deportes?
Es fundamental la ingesta adecuada de proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales: a menudo, cuando se oye hablar de dietas, hablamos de hidratos de carbono como si fueran enemigos que se deben mantener lejos del menú. Por el contrario, el cuerpo también necesita hidratos de carbono: es obvio que hay que prestar atención a la cantidad!
50-60% de las calorías deben provenir de los hidratos de carbono, 30% de grasa y 10 a 20% de las proteínas. ¿Para que sirven, en cambio, los minerales y las vitaminas? Para proteger al organismo, para crear defensas que protejan el físico de imprevistos y el medio ambiente.
El desayuno es realmente la comida más importante del día: café, leche y croissants, té y galletas, fruta y mermelada son todas grandes opciones, ideales para llegar a la hora del almuerzo sin un hambre voraz.
En el almuerzo siempre es mejor optar por hidratos de carbono: un plato de pasta (70 gramos), acompañado de una rica ensalada y fruta. Importante no excederse con los condimentos (sal, salsas, aceite y vinagre). Para no llegar a la cena con hambre es bueno elegir una merienda a media tarde (estrictamente saludable): Fruta, batidos, pasteles de arroz o de maíz o un yogur bajo en grasa.
Después de un agitado día y una sesión productiva en el gimnasio es finalmente tiempo de la cena, el momento perfecto para abastecerse de proteínas! La carne blanca tiene propiedades beneficiosas únicas: es de fácil digestión, rica en proteínas, vitamina B12, hierro, baja en grasas y calorías.
Pollo, pavo y conejo son ricos en sabor y se cocinan en cuestión de minutos; por lo que también son perfectos para aquellos que no les gusta pasar demasiado tiempo en la coicna: por ejemplo un filete de pechuga de pollo a la plancha está lista en 5-6 minutos, junto con las verduras y la fruta concluyen una jornada alimenticia gustosa, saciante y que da un espaldarazo a la línea.
Algunos pequeño sacrificio, perseverancia y una dieta equilibrada pueden ayudar a crear un estilo de vida saludable (y encontrar la silueta perfecta, antes de la llegada del verano).
