La necesidad o el deseo de adelgazar se produce como reacción a situaciones desagradables que viven las personas en el entorno social. Para cada quien las razones o las motivaciones para bajar de peso son diferentes, y aquí se presentan algunos ejemplos, ya que en definitiva, las motivaciones se convierten en el motor de las dietas. 
Para la gran mayoría de las personas durante el transcurso de su vida, en alguna oportunidad se cruzó la idea de hacer una dieta para adelgazar o llevar a cabo alguna acción dirigida a perder peso. Pero con anterioridad a esa decisión, que puede ser tomada a la ligera o luego de una larga y meditada reflexión, probablemente la persona se vio sometida a situaciones que le causaron incomodidad o la sensación de desagrado consigo misma, lo que termina por generar un impulso para tomar la decisión.
En el mundo moderno, en donde “el culto al cuerpo” ha cobrado niveles de exaltación desproporcionados, al punto en el que la forma exterior del cuerpo, es lo que determina la valoración social, ya sea en la escuela, en la universidad, en los lugares de trabajo, en el vecindario o en todo lo que muestra la publicidad como estilo de vida feliz, que solo se alcanza si se tiene un cuerpo con medidas perfectas, termina por convertirse en una preocupación latente para casi todo el mundo.
Por eso, la reiterada idea de adelgazar, casi a todos nos “ataca” en algún momento. Pero para ello es preciso no solamente haber pasado por las situaciones desagradables, sino que hace falta tomar la decisión y ésta, solo se produce como consecuencia de una motivación.
Las motivaciones pueden ser de múltiples razones y con seguridad, cada persona encontrará su propia motivación para decidirse a adelgazar y sin ir más lejos, son diferentes las motivaciones entre hombres y mujeres. He aquí las más comunes, que pueden afectar tanto a hombres como a mujeres y probablemente también, más allá de la edad:
- Para subir la autoestima: tanto hombres como mujeres, como jóvenes, como adultos, siempre desearán mejorar el nivel de la autoestima.
- Para mejorar la salud: el sobrepeso produce cansancio y agotamiento físico, por lo cual es una motivación frecuente, sobretodo en personas mayores y en adultos.
- Para poder comprar la ropa que les gusta y de la que no encuentran las tallas adecuadas: es sabido que las fábricas producen mayor cantidad de su ropa en tallas pequeñas, un poco menos en tallas medianas y muy poca cantidad en tallas grandes.
- Para poder mirarse en el espejo de cuerpo entero y sentirse bien con la ropa que llevan: las personas con sobrepeso acostumbran a mirarse solo la cara en el espejo, evadiendo la incomodidad de verse gordos.
- Para conseguir pareja: como respuesta al bombardeo publicitario de la vida feliz pero con cuerpos perfectos, las personas con sobrepeso se convencen a sí mismas que no consiguen pareja es por su cuerpo y por lo tanto, la felicidad les es imposible.
No importa cuál sea la motivación: usted encuentre la suya, así no sea real, como la última del listado, pero eso facilitará permanecer en la disciplina para adelgazar, no importa el medio a través del cual lo quiera hacer. Hállela, escríbala y léala todos los días. Verá lo mucho que esto ayuda.
