Los estudios científicos han demostrado que una dieta adecuada y un estilo de vida saludable son esenciales para mantener la salud y prevenir muchas enfermedades degenerativas crónicas.
Un estilo de vida sano y una educación alimentaria adecuada para corregir los malos hábitos alimenticios, son prioridad en las estrategias de educación para la salud dadas por la Organización Mundial de la Salud.
Para comenzar el viaje hacia el bienestar total del cuerpo, la mente y el espíritu, es necesario:
1- Conocer la calidad nutricional de los grupos alimentarios, para asegurar una cantidad adecuada de nutrientes, evitando desequilibrios nutricionales y metabólicos.
2- Consumir alimentos de excelente calidad, verificando el origen de las materias primas, que deberían ser de territorio de cadena corta (zonas agrícolas cercanas) y respetando la estacionalidad.
3- Consumir todos los días algunos alimentos crudos y frescos (verduras, frutas) ya que la cocción y la conservación destruyen parte de las vitaminas.
4- Variar diariamente los alimentos, para obtener un suministro completo de los nutrientes necesarios para nuestro organismo (lípidos, proteínas, carbohidratos, minerales, vitaminas, enzimas, etc.).
5- Limitar el uso de azúcares simples, sal y grasas animales.
6- Asegurarse un aporte adecuado de agua, muy importante como medio de transporte de nutrientes y desechos metabólicos en la sangre.
7- Realizar diariamente un poco de ejercicio como caminar, trotar o bicicleta.
8- Controlar la respiración.
9- Dormir al menos 7-8 horas por noche e ir a la cama antes de la medianoche.
10- Reservarse cada día un espacio para uno mismo, para regenerar el cuerpo, mente y espíritu.
