Consejos de nutrición para impulsar los niveles de energía

A nuestras actividades diarias podemos adaptar ciertos aspectos que pueden ayudar a mejorar nuestros niveles de energía, sobre todo en el hábito alimenticio. Aquí tienes algunos consejos que te pueden servir de mucho. Consejos de nutrición para impulsar los niveles de energía

¿Te parece que estás perdiendo fuerza al final del día? ¿Estás luchando para mantener tus ojos abiertos en el trabajo? La gente a menudo dice que por lo menos se debe tener  ocho horas de sueño por la noche y quizás luego de dormir esas horas te sientes cansado durante el día, eso podría ser quizás a lo que estás comiendo.

La dieta juega un papel importante en tus niveles de energía. Aquí hay algunos consejos nutricionales para ayudarte a seguir jugando fuerte todo el día.

1. Hidratación

¿Cuánto líquido tomas todos los días? La hidratación adecuada tiene un gran impacto en los niveles de energía. Todos sabemos que la sed es una señal de que necesitamos más fluido y para aquellos que ignoran la señal, puede conducir a la pérdida de apetito, alteración del rendimiento físico, un mayor esfuerzo para el trabajo físico, náuseas y dificultad para concentrarse. Además la deshidratación puede llevar a complicaciones más graves.

La ingesta dietética de deferencia (DRI) indica que los hombres deben consumir un promedio de tres litros o 12 tazas de líquido al día para mantenerse bien hidratado, mientras que las mujeres que consumen una media de 2,2 litros o alrededor de nueve vasos de líquido al día de las bebidas están por lo general bien hidratadas.

Para las personas que encuentran esto difícil, te recomiendo llevar una botella de 500 ml de agua durante todo el día y hacer un esfuerzo consciente para terminar por lo menos dos botellas. Otra sugerencia es incluir una bebida saludable, con todas las comidas y meriendas. Lo principal es asegurarse de que estás recibiendo lo suficiente para satisfacer las necesidades de tu cuerpo, para mantenerlo con energía.

2. Regular las comidas

El horario de las comidas es otro factor importante en lo que respecta a los niveles de energía. A menudo la gente salta las comidas y se preguntan por qué están cansados ??por la tarde.

Saltarse las comidas puede causar cambios de azúcar en la sangre, a menudo resulta en fatiga. Debes comer por lo menos tres comidas al día, aunque unas cuatro a seis comidas pequeñas repartidas entre tres y cuatro horas de diferencia, también pueden ayudar a combatir la fatiga.

3. Proteína

Todos sabemos que la proteína es importante para la inmunidad y reduce al mínimo la pérdida de masa muscular, sin embargo, también ayuda a prevenir grandes fluctuaciones en los niveles de glucosa en la sangre después de comer alimentos ricos en hidratos de carbono.

Además, los bloques de proteínas de la acción de la serotonina, un mensajero químico que induce sentimientos de calma y fatiga; también puede actuar mediante el aumento de los niveles de dopamina, una sustancia química en el cerebro que contribuye al estado de alerta.

Por eso hay que comer dos o tres porciones de proteína al día. La proteína se encuentra en una variedad de alimentos incluyendo la carne magra, pescado, aves, frutos secos, semillas, lentejas, yogur bajo en grasa, los cacahuetes, queso bajo en grasa e incluso la pasta.

4. Hierro

Si has intentado las sugerencias anteriores y encuentras que todavía estás cansado, es una buena idea para obtener tus niveles de hierro, revisado por tu médico. No comiences a tomar suplementos de hierro individuales, porque puedes experimentar una sobrecarga de hierro, que también ocasiona cansancio, sin embargo, trata de incluir más hierro en tu dieta.

La media de los hombres mayores de 18 años de edad necesita ocho miligramos de hierro al día. Las mujeres 19 a 49 años de edad necesitan 18mg al día. Sin embargo, esto disminuye a ocho miligramos al día después de 50 años de edad.

El hierro que se encuentra en alimentos tales como carne, pescado y aves de corral es bien absorbida por nuestros cuerpos. El hierro también se encuentra en los granos, cereales, frijoles y lentejas, frutas, nueces y semillas, aunque el hierro procedente de estas fuentes no se absorbe tan eficientemente.

Para mejorar la absorción de hierro de estos alimentos, los consumen con los alimentos ricos en vitamina C, como los tomates, cítricos, melón, melón, brócoli y coliflor.