Se dan una serie de consejos y sugerencias en la alimentación con el fin de evitar que se presente un infarto. 
El infarto es una de las situaciones de riesgo cardiovascular que con más frecuencia se presenta en el mundo y cada vez aqueja a personas más jóvenes. Si se revisaran con detenimiento las causas más frecuentes que ocasionan los infartos, probablemente se encontraría algunos factores comunes entre todos los pacientes y la mayoría de ellos estarían relacionados con los hábitos alimenticios, además de los hábitos de vida equivocados.
En el caso de los hábitos alimenticios que son los que nos preocupan, es fundamental tener en cuenta que éste, es uno de los aspectos más importantes para prevenir un infarto de miocardio; se requiere hacer una dieta alimenticia sana y adecuada, pero también es indispensable introducir otro tipo de cambios en la vida.
Realizar ejercicio suave y moderado, semanalmente, pero no una sola vez, sino varias veces en una semana y preferible si logra mantener la rutina de hacerlo diariamente, sería lo ideal. Si acaso usted es un adicto fumador, tendrá que “darse la pela” dicen en Suramérica, lo que quiere decir que tendrá que hacer el esfuerzo por dejarlo de manera definitiva.
También será necesario que se modere en el consumo de bebidas alcohólicas.
Y quizás uno de los aspectos más importantes para alejar cualquier riesgo cardiovascular es el del control de la obesidad. Si esa es su condición en el momento, es indispensable que acuda a un médico para que conjuntamente realicen un plan alimenticio para reducir el peso corporal.
El consumo de una dieta alimenticia rica en frutas y verduras en abundancia se convertirá en la meta a lograr y tendrá que llegar a ser un estilo de vida permanente en aras a tener y conservar un estado de salud estable.
También será importante incluir en la dieta carbohidratos complejos, fibra, grasas de las que se llaman cardiosaludables y proteínas tanto vegetales, como animales, sin abusar de estas últimas. Incluya unas dosis de cereales, ojala integrales y de legumbres, y su corazón se lo agradecerá.
Los alimentos ya procesados no son los mejores por sus altos contenidos de grasas, por lo que es mucho más apropiado consumir alimentos lo más naturales que le sea posible: de eso nunca se arrepentirá.
Las proteínas deben consumirse moderadamente sin sobrepasar el 15% del total de las calorías que se consuman y lógicamente tendrá que suprimir cualquier producto que contenga grasas saturadas, así que mejor reemplácelas por aceites poliinsaturados como son la mayoría de los aceites vegetales y los monoinsaturados como el aceite de oliva.
