Pascua, atención al asesino de perros: el chocolate

Sick as a dog concept - Dog in bed with scarf and water bottle on its head.La Pascua cristiana se acerca y junto a otras tradiciones gastronómicas, no faltarán los huevos de chocolate. Pero un día de fiesta puede convertirse en tragedia, si no se controlan los instintos golosos del perro.

Según se ha dicho en repetidas ocasiones, el chocolate es un alimento altamente tóxico para los perros, al punto de poner en peligro su vida. Es en Pascua cuando se registra el mayor número de casos de envenenamiento: toda la culpa es de las mesas llenas de huevos y galletas con chocolate, a las que Fido tiene fácil acceso, tal vez con esa mirada conmovedora a la que no se puede decir que no.

Sólo en el Reino Unido, el año pasado se registraron 600 perros envenenados por ingestión de chocolate el domingo de Pascua, convirtiéndose en la tercera causa de intervenciones de emergencia veterinaria en animales.

Responsable de la intoxicación es la teobromina, un alcaloide contenido de forma natural en el cacao, que los perros no son capaces de digerir, con graves consecuencias sobre su sistema nervioso y el funcionamiento del corazón.

Los efectos varían en función del peso del animal y pueden manifestarse con síntomas leves, tales como diarrea y pérdida de apetito, pero también con vómitos, sangre en las heces, paro respiratorio, colapso circulatorio, insuficiencia renal y muerte. Los síntomas pueden ocurrir incluso varias horas después de la ingestión y durar las 24 horas sucesivas, luego aumentan en función de la cantidad y el tipo de chocolate ingerido: el peor es el negro o amargo (60% o más de cacao).

Si su perro hubiera ingerido chocolate, -incluso en pequeñas cantidades, basta sólo una cucharada para matar a un pequeño Chihuahua- se debe notificar inmediatamente a su veterinario, que elegirá la terapia más adecuada, incluyendo un lavado gástrico.

Pero sin esperar a que el daño ocurra, hay algunas reglas de sentido común que se deben seguir:

Negativa: evite dar chocolate al perro, incluso en porciones muy pequeñas, cediendo a las demandas de los ojos dulces e insistentes del animal. El perro no percibe el peligro ni por el olfato, ni por el gusto, por lo que se sentirá atraído naturalmente por el tentador dulce;

Disposición: evite dejar los huevos de Pascua, aunque estén envueltos, al alcance del perro. El animal puede romper fácilmente el paquete e ingerir grandes cantidades. Los huevos deben mantenerse en los estantes altos de la casa;

Separación: durante el típico almuerzo de Pascua, es útil separar físicamente al perro del comedor o la cocina, tal vez con una de esas puertas cancel para los niños, que contenga el animal, sin causarle aislamiento visual. Esto es para evitar que el animal, dando vueltas alrededor de la mesa, recoja el chocolate caído, o lo obtenga de algún invitado, no consciente del peligro;

Niños: educar desde pequeños a los niños -inclinados a compartir todo con los animalitos- sobre los riesgos del chocolate para Fido.

Si, a pesar de todos los cuidados, el perro presentara síntomas sospechosos, incluso después de horas, no pierda el tiempo: llévelo inmediatamente a la clínica veterinaria más cercana.