Mitos y verdades sobre los edulcorantes

Una alternativa al azúcar, ya sea por un tema de salud, como en el caso de los diabéticos, o simplemente para cuidar la figura: así como tienen amantes también tienen detractores, ¿cuál es la verdad sobre ellos? Mitos y verdades sobre los edulcorantes Todos los edulcorantes son buenos, sobre todo para personas con problemas de diabetes, ya que no pueden consumir ningún alimento endulzado. Cada marca tiene diferentes componentes, lo que hace que sean más o menos recomendadas, según el paciente. ¿Cuáles son estos componentes? Entre ellos está la sacarina, el ciclamato, el acesulfame-K, aspartame y sucralosa.Algunos, incluso, se combinan entre sí.

La sacarina tiene un efecto edulcorante 200-700 veces mayor que la sacarosa (azúcar común). No es cariogénico y no produce respuesta glucémica. Sin embargo, no suele emplearse tanto porque deja un sabor metálico.

Ciclamato: endulza 30 veces más que el azúcar común, no es productor de caries ni de respuesta glucémica, por lo que es apto para diabéticos. Tampoco deja un sabor metálico. Pero es uno de los más polémicos porque no está aprobado por una de las dos organizaciones de Estados Unidos que establecen cuáles son las cantidades de ingesta permitidas de un producto a nivel mundial.
Esto no quiere decir que sea malo, sólo que aún se están realizando estudios. Además, el organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud que se encarga de esto, lo aprueba en cantidades de hasta 11 miligramos por kilogramo; es decir, es apto para el consumo humano.

Acesulfame-K: proporciona un efecto edulcorante 200 veces más que la sacarosa, no es cariogénico y no produce respuesta glucémica. Tolera temperaturas elevadas, pero tiene la particularidad de que es amargo en concentraciones elevadas. La cantidad que se puede ingerir por kilogramo es de 15 miligramos.

Aspartame: aporta 4 kilocalorías por porción, pero debido a su alto poder edulcorante se emplea en pequeñas cantidades para lograr obtener el sabor dulce, por eso es considerado ENN (edulcorante no nutritivo). Tiene un efecto edulcorante 160-220 más que la sacarosa, no es cariogénico, pero produce limitada respuesta glucémica. Si bien es uno de los mejores, no está recomendado en altas dosis para pacientes diabéticos, ya que eleva la glucemia. A altas temperaturas se destruye su poder endulzante. La dosis recomendad es de entre 40 y 50 miligramos por cada kilogramo del paciente.
    
Sucralosa: tiene un efecto edulcorante 600 veces más que la sacarosa, lo que lo hace muy potente. No es productor de caries y otra de las características importantes es que no provoca respuesta glucémica. Tolera altas temperaturas, lo que lo hace ideal para la cocción de cosas dulces. Es el único con esta virtud que, al ser tan concentrado, no precisa grandes cantidades.

Stevia: Hay quienes prefieren evitar tanto el azúcar como los edulcorantes y se inclinan por un endulzante natural como la Stevia, que con sólo una cucharada y media de esta hierba fresca o un cuarto de la que se compra en polvo endulza como una taza de azúcar. Según algunos estudios, la Stevia además tiene un efecto vasodilatador, diurético y cardiotónico (es decir que controla presión arterial, elimina la acumulación de líquidos y regula los latidos del corazón).