El pescado y los mariscos cuentan con muchos beneficios que te pueden ayudar a mantener tu ritmo de vida controlado, aquí te dejo algunas razones por las que debes comerlos.
El pescado es una buena fuente de nutrición y muchos tipos de peces son de bajo costo y fáciles de preparar. Aquí te ofrezco algunas razones para comer una variedad de pescados y mariscos como parte de una dieta equilibrada:
El pescado es un excelente alimento bajo en grasa
Los ácidos grasos Omega-3, son poliinsaturados y se encuentran en todos los productos del mar, los mariscos, ostras y camarones. La mayoría de los peces y crustáceos de carne blanca, como el lenguado, e incluso algunos peces de carne oscura como el atún de aleta amarilla contienen menos grasa en total que cualquier otra forma de proteína animal. El 60% de la materia sólida del cerebro está compuesta de ácidos grasos esenciales. Las grasas omega-3 encontradas en pescados de agua fría forman gran parte de las membranas de comunicación del cerebro. Las células del cerebro constantemente deben refrescarse con una nueva fuente de ácidos grasos. El DHA es un ácido particular graso de omega-3 encontrado en el pescado y que sirve para impulsar el desarrollo del cerebro.
Gran fuente de proteínas, vitaminas y minerales
Los peces marinos contienen vitaminas A y D, fósforo, magnesio, selenio y yodo. Sus proteínas son de fácil digestión y complementan favorablemente las proteínas dietéticas que aportan los cereales y las legumbres, que por lo general se consume en muchos países en desarrollo. El calcio es un valor añadido que ofrece el salmón enlatado. Los huesos de salmón enlatado son suaves y comestibles y es una excelente fuente de calcio en la dieta, vital en la lucha contra la osteoporosis.
Los aceites de pescado son importantes para los recién nacidos y lactantes
El DHA es crítico para los ojos infantiles y el desarrollo normal de la visión. Los pescados grasos como el atún, la caballa y la sardina son particularmente una buena opción para la dieta de mujeres embarazadas y lactantes.
Comer una variedad de pescado ayuda a reducir las probabilidades de accidente cerebrovascular o ataque al corazón
Dos recientes estudios de la Universidad de Harvard apoyan el asesoramiento de la Asociación Americana del Corazón para hacer que el pescado forme parte de una dieta saludable para el corazón. Como se informó en la revista Journal of the American Medical Association y el New England Journal of Medicina , varias porciones semanales de pescado son la fuente principal de ácidos grasos omega-3 ácidos y parece ayudar a proteger a los hombres y mujeres de enfermedades del corazón. El Omega-3 y sus ácidos grasos, como componentes de los fosfolípidos de las membranas celulares, pueden ayudar a proteger contra la muerte cardiaca protegiendo a las células del corazón de los efectos de la taquicardia ventricular.
Estos ácidos grasos también pueden inhibir el desarrollo de enfermedades cardíacas al reducir los niveles de triglicéridos y la agregación plaquetaria. También hay alguna evidencia de que los omega-3 pueden ayudar a mejorar la disfunción endotelial, un indicador de desarrollo de la aterosclerosis.
Los peces de agua fría como el salmón, el atún, la caballa y el arenque son fuentes especialmente buenas de omega-3, pero la mayoría de las variedades de pescado contienen algo de grasa en esta forma. Las personas que no pueden o no quieren comer pescado pueden utilizar aceite de canola o aceite de soja y margarina en lugar de otras grasas vegetales, o añadir pequeñas cantidades de semillas de linaza a los platos preparados.
Reducen la inflamación y el dolor en las articulaciones
Numerosos estudios demuestran que los ácidos grasos omega-3, especialmente los que se encuentran en algunos pescados grasos, reducen la inflamación y dolor en las articulaciones. Por lo tanto se recomienda comer pescado grasos de mar como el salmón, la caballa, el arenque, las sardinas y el atún blanco.
