La alcohorexia, peligro para la alimentación

Atrás no han quedado los trastornos alimenticios que afectan a miles de mujeres en todo el mundo, y es que la imaginación no ha quedado corta para inventar nuevas maneras de «adelgazar» rápidamente y no sentirse mal, porque están psicológicamente gordas. La alcohorexia, peligro para la alimentación Aún los problemas y preocupaciones a causa de los desordenes alimenticios aun no terminan y es que siguen apareciendo nuevas formas de poner en riesgo la salud, solo con la idea de que las chicas y algunos hombres se vean más delgados. Esta nueva patología es una combinación entre el alcohol, la anorexia y la bulimia, por lo que resulta altamente peligrosa y mortal. Generalmente afecta a mujeres que tienen menos de 30 años, pues son las más obsesionadas con su físico y no muchas han sido mamás, así que no encuentran justificación en porque deben verse pasadas de kilos, y buscan cualquier manera para equilibrar su peso. 

Según los estudios e investigaciones que se han hecho alrededor de esta nuevo modalidad, ha resultado más aceptada por las chicas y tiene el triple de incidencia o afectación, muchísimo más que la anorexia o la bulimia, porque creen que logran bajar de peso muy fácil y a una velocidad increíble, dejando de comer, tomando mucho alcohol y por ende emborrachándose muy rápido, pero eso si, sin haber comido absolutamente nada. Es más riesgosa, porque además de que no hay nutrientes y la alimentación es deficiente o nula, el cerebro se está viendo afectado y dañado por el excesivo consumo de alcohol que además de extrema delgadez por no comer, genera daños cognitivos a mediano o largo plazo. 

Los efectos a corto plazo, es la alteración de la memoria, los bajos rendimientos académicos o laborales por la falta de concentración y capacidad de análisis y finalmente, problemas para tomar decisiones por la confusión o no discernir entre lo que puede ser bueno o no. Las mujeres que padecen este tipo de malestar sicológico, son frecuentemente chicas con una vida social muy activa y que pueden estar perfectamente todos los fines de semana en celebraciones y sin medir la cantidad de alcohol que se toman.  Obviamente los resultados serán una desnutrición severa además de que se pueden volver adictas a las bebidas alcohólicas. 

Pero los daños no son solo físicos, pues tal vez los más fuertes se ven reflejados en su ánimo, la depresión las invade, el miedo y la baja autoestima, la parte sicológica se afecta totalmente y a veces ni las mismas terapias logran levantarlas de ese estado. Para los padres a veces es complejo determinar en qué momento sus hijas están cayendo en este tipo de malestar, pero hay algunas señales que pueden ayudarlos, por ejemplo, que las comidas sean mínimas y porcionadas en trozos, decir que ya han comido cuando no es así, que siempre que terminan de comer deben ir al baño o que dicen que en todo momento están llenas y comen después. Evidentemente no hay que acelerarse a concluir que si sufren de esto, pues algunas veces será malestar estomacal, otras que algo les cayo pesado y debieron vomitar, pero nunca dejar que esto pase una y otra vez, porque pueden estar entrando en un mundo del que es difícil y duro de salir.