Nutrición en la tercera edad

La alimentación de una persona mayor debe ser modificada por sus condiciones de vida, por sus enfermedades y el deterioro que sufre su cuerpo con el paso de los años, pero hay que tratar de que lo sigan el pie de la letra porque puede que por su terquedad o su falta de medios, no se alimente correctamente. Nutrición en la tercera edad Por razones de deterioro en el cuerpo, envejecimiento y pérdida de ciertas facultades, es común que a las personas de la tercera edad se les hagan ciertas restricciones médicas, a veces es preferiblemente por cuidado de ciertas enfermedades. Los años llegan acompañados de deterioros físicos y mentales y para poder reducir en cierta parte sus efectos, hay que intervenir como primera medida la forma de comer. No quiere decir que con esto todo sea el fin pues a la mayoría de los abuelitos les pasa que entran en una profunda depresión debido a que no pueden llevar la vida de antes, sus movimientos son más lentos, su coordinación es menor y por ende también las funciones de su cuerpo se ven modificadas totalmente. 

Pero hay que tener en cuenta que el hecho de que se hagan recomendaciones dietarias  es justamente para proveer de una mejor calidad de vida durante su etapa de madurez.Los principales cambios que se presentan son la alteración del metabolismo, una diferencia en a cantidad de hormonas que producen que pueden ser mayores o menores y alterar todo su cuerpo y de paso hacer que la regeneración de sus células sea mucho más lenta. El problema radica en que muchos de estos adultos no se pueden valer por sí mismos, así que son pocas las opciones que puedan adquirir los alimentos recomendados o las preparaciones que son sugeridas. Si por el contrario pueden tener autonomía para sus decisiones y movimientos, es difícil que al principio se rijan a las normas que les han planteado, pues es difícil pasar de un tipo de vida a otra y peor aunque tengan que cambiar sus hábitos gastronómicos para poder vivir mejor.Si por ejemplo tienen diabetes, de vez en cuando o dependiendo de tu terquedad es posible que consuman gran cantidad de azúcar solo por gusto y porque es una especie de adicción u obsesión que tienen con este tipo de alimento. Hay ciertas recomendaciones que se pueden ir tomando de a pocos y adaptarse al cambio. 

– Para el desayuno es mejor que se consuma menores raciones de pan, por ejemplo, solo la mitad de uno, un pedazo de queso y un vaso de jugo natural, nada de bebidas artificiales. 
– La hidratación es esencial y entre comidas es bueno que se consuma mucha agua. También se puede consumir una fruta o un yogurt, pero no más. 
– Es indispensable que en el almuerzo hayan menos harinas y más vegetales y frutas, así que una ensalada puede ser una buena salida.
– En la hora de la cena se puede dar solo una ración de proteína pero eso si tener en cuenta que la carga de calorías debe controlarse, porque si suben de peso es difícil que lo bajen, ya que su actividad y condición física es muy mala, dependiendo de sus enfermedades
– Por último, antes de ir a dormir se puede hacer una especie de colada o de caldo que no caiga pesado pero que no lo s haga sentir que se van con hambre.