Cambios en la edad, cambios en el menú

Se presenta un panorama detallado de las dificultades en la alimentación de las personas mayores, causado por los deterioros propios de la edad y por circunstancias de carácter emocional y afectivo que los afectan. Cambios en la edad, cambios en el menú

Con la llegada del envejecimiento, se producen también una serie de cambios en los comportamientos habituales de las personas, ya sea por cansancio, soledad, tristeza por la pérdida del cónyuge o el aislamiento de los hijos y los nietos, y esto las hace ir abandonando sus actividades de rutina, entre las que está, por supuesto, la de cocinar.

Este cambio, que parece tan insignificante a simple vista, puede terminar en severos trastornos alimenticios e incluso en desnutrición.

Es importante tener en cuenta algunos factores de cambio en la vejez: el primero de ellos, es que a medida que pasan los años, también se va dejando la actividad física, por lo que las necesidades energéticas van disminuyendo y por lo tanto el consumo de alimentos aportantes calóricos deberá disminuir.

No es razonable mantener las mismas cantidades de calorías que se tenían cuando la persona se hallaba en plena actividad y estaba en pleno rendimiento de sus capacidades físicas, por ello, se debe revisar la dieta y equilibrar las cantidades con las condiciones actuales de vida del adulto mayor.

El otro elemento que debe tenerse en cuenta es que a medida que va pasando el tiempo, las personas mayores van perdiendo capacidades gustativas, esto quiere decir que ya no perciben con la misma nitidez si algo está muy pasado de sal o si otro alimento está alto de azúcar o por el contrario, no tiene un sabor específico. Sencillamente comen lo que se les sirva en la mesa a la hora de comer.

También es frecuente que eliminen ciertos alimentos del menú diario, como la carne, porque les significa un mayor esfuerzo en la masticación y prefieran alimentos sencillos, muy suaves y fáciles de ingerir. En algunos casos de edad muy avanzada se termina dándole a los ancianos las compotas y alimentos que se usan para los niños muy pequeños y bebés para mantenerlos nutridos.

La dificultad para masticar y la pérdida de la firmeza y fuerza en la mandíbula, no significa que deban tener una deficiencia nutricional. Se puede recurrir a purés, comidas para bebé, como ya se ha mencionado, manteniendo como productos estrella, los pescados, carnes y puré de verduras para evitar los estados de desnutrición. 

Fuera del deterioro natural de la edad, el consumo de fármacos y medicamentos necesarios para el funcionamiento estable de su organismo, hace que las papilas gustativas pierdan la capacidad de percibir los sabores como antes, por esto es válido condimentar con un poco más de firmeza sin caer en excesos que les acusaría más daño.